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sábado, 1 de enero de 2011

LA EMPATIA

Es la predisposición natural -o aprendida- para ponerse en la piel de otra persona y comprender sus sentimientos, emociones y comportamientos normales.
Vivimos una etapa social en que se prima la globalización, la agrupación, la asociación de personas pero solamente en función de la utilidad que nos pueda aportar el grupo, no necesariamente por solidaridad y empatía con los individuos del mismo.
La empatía mira a cada individuo por sí mismo, al margen del grupo al que pudiera pertenecer. En esta sociedad moderna también se fomenta curiosamente el individualismo -no en cambio la respetable individualidad-, individualismo entendido en su aspecto egoísta: el individuo se relaciona bien con otro en tanto en cuanto éste le sirve a sus propósitos, siendo éste el camino más corto hacia el nacimiento de personalidades sociopáticas que, según afirman varios especialistas, están proliferando en los últimos tiempos. La relación causa-efecto entre la falta de empatía y el desarrollo de personalidades agresivas, tiranas o psicopáticas podría establecerse como la ausencia de una educación hacia la empatía en las edades más tempranas, aunque hay muchas teorías sobre este hecho.
El maltratador suele carecer de empatía. Las causas por las que se llega a no tener capacidad para ponerse en piel ajena son muchas y no siempre relacionadas con la educación o el entorno familiar durante la infancia o la adolescencia, aunque sí la mayoría: familias desestructuradas, maltrato infantil, maltrato de un progenitor hacia otro, desapego familiar o una mala educación que fomente personalidades tiranas. La familia ha de ser la primera escuela: una escuela para la convivencia, el respeto y la ternura. Nos confundiríamos al pensar que educar hijos tiranos les hará invulnerables en el recorrido por la vida. Todo lo contrario, serán personas que crearán tantos problemas a la sociedad como se los crearán a sí mismas.
Se puede tener la capacidad de decir no y de decir basta, sin perder por ello ni un ápice de empatía 
¿Se puede hablar de exceso de empatía? Muchas mujeres maltratadas por sus parejas quieren comprender sus actitudes agresivas o violentas y de hecho llegan -equivocadamente- a "comprenderlas". De ahí la pena que sienten por sus novios o maridos cuando éstos les piden perdón o cuando los imaginan "solos y desamparados" si son ellas las que pretenden tirar la toalla y alejarse. Pero eso no debe confundirse con empatía, pues ésta tiene una relación directa con la inteligencia emocional y quien se deja avasallar una y otra vez posiblemente la ha perdido en el transcurso de una relación traumatizante. La inteligencia emocional es, según Goleman, la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados propios y ajenos. Parte de un autoconocimiento y pasa por el reconocimiento propio como persona que no tiene obligación de ser sometida por otra, o lo que es lo mismo, a la que nadie tiene derecho a someter.
También ha de fomentarse en la educación infantil y adolescente la inteligencia emocional y la capacidad de saber decir no, y saber decir basta, sin perder por ello ni un ápice de empatía.


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