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jueves, 16 de diciembre de 2010

Síndrome de Estocolmo.

Parece una paradoja de amor y violencia. Muchas mujeres maltratadas vuelven con su pareja y la protegen. Para el doctor Brookoff, especialista en violencia doméstica, esto se explica porque piensan antes en la familia que en ellas mismas y soportan todo con tal de mantenerla unida. Otros postulan que la mujer necesita la relación de pareja para reforzar su identidad propia y que por eso intenta mantenerla a toda costa.
En cambio, hay una teoría que sostiene que el 27% de las mujeres maltratadas aguanta con su pareja porque sufre las mismas reacciones psicológicas que los prisioneros de guerra o que las víctimas de los secuestros. Se trata del conocido Síndrome de Estocolmo: una persona amenaza de muerte a otra y parece capaz de llegar al extremo de matar. La víctima no puede escapar y su vida depende de la persona que la ha hecho prisionera. El opresor se muestra cariñoso y violento, alternando ambos comportamientos. Hay cuatro fases de victimización:
-Desconfianza y negación: "Esto no me puede estar pasando a mí".
-Se acepta la situación. La víctima cree que es totalmente dependiente del agresor y le ve como un super hombre.
-Depresión traumática y estrés postraumático.
-Integración del trauma en la vida normal.
Esta teoría muestra el impacto psicológico del sometimiento a otra persona y explica que algunas mujeres maltratadas protejan a sus maridos.

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